martes, 20 de octubre de 2009

RADAR




Cien

El fin es el principio.

Volando sobre las nubes tengo pensamientos grandilocuentes.

Rumbo, noroeste. Honshu, Japón.

Ochenta

En Illinois debe hacer una maravillosa tarde de verano. Pienso en mi familia. Sobre todo, en mi madre: Enola. La guerra terminará pronto y entonces regresaré a casa.

Cincuenta
La tripulación está preparada. ¡Objetivo en el radar!

Las compuertas se abren y el avión se estremece en pleno vuelo al liberar la carga.
4000 kg de uranio.

Veinticinco

Por debajo del ruido de los motores, imagino el silbo de la caída.

Diez

Abajo nadie sospecha nada.

Cinco

Está amaneciendo.

Tres

Dos

Uno






4 comentarios:

  1. Me gusta la facilidad que tienes para dibujar una pequeña instantánea de una gran historia. Me ha gustado mucho.

    Directo, sencillo, magníficamente escrito.

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  2. Una entrada con lenguaje muy escueto. Me ha recordado a un cómic.
    Maldita bomba.
    Un abrazo.

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  3. Gracias a ambos por los comentarios.

    Lo realmente difícil fue reducir la historia a 100 palabras respetando el contexto histórico y que todo tuviera sentido ... y potencia a la vez.

    Fue un desafío. Lástima que quines tienen que leerlo no hayan sabido valorar mi esfuerzo.

    Saludos.

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  4. Hola amigos:
    Uno de los soldados que arrojó esas bombas acabó siendo un monje cistircense en un convento de Argentina. No sé si aún sigue allí ni si todavía vive. Muchas veces pienso en esa persona. En el tremendo peso que le tocó sobrellevar toda su vida. De la vida de los otros que iban en ese avión, no puedo daros ningún dato.
    Un saludo
    Pilar Alberdi

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